jueves, 11 de junio de 2015

¿Qué pasaba en los años 30 cuando no existía el TDAH?

Foto: Kambrosis

Ken Robinson es un educador, escritor y conferencista británico. Doctor por la Universidad de Londres, ha investigado sobre la aplicación del teatro en la educación. Robinson es considerado un experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos. ¿Por qué les cuento esto?

Hace tiempo que me preocupa la liviandad con que algunas personas se sienten capacitadas para "diagnosticar" a los niños. Si es inquieto, si es callado, si es distraído... enseguida sobrevuelan las preguntas, las etiquetas, los posibles trastornos y las preocupaciones.

¿Será como dice el Dr. Carlos González? ¿Estamos perdiendo la paciencia con los niños? ¿Somos incapaces de tolerar una conducta normal? ¿Patologizamos la infancia?

Y entonces me acordé de esta charla TED de Ken Robinson. Quiero compartir algunos párrafos con ustedes. Simplemente para seguir pensando sobre el tema.

"Esto me trae a una conversación que tuve con una mujer maravillosa de la quizás no han oído hablar, se llama Gillian Lynne, ¿la conocen? Algunos si. Es coreógrafa y todo el mundo conoce su trabajo. Ella hizo "Cats" y "El fantasma de la ópera". Es fantástica. Yo solía estar en el concejo del Royal Ballet, en Inglaterra, como pueden ver. Almorcé con Gillian un día y le pregunté: "¿Cómo llegaste a ser bailarina?" Fue interesante, ella era incompetente en la escuela y la escuela, en los años 30, le escribió a sus padres diciendo "Creemos que Gillian tiene un trastorno de aprendizaje". No se podía concentrar, se movía nerviosamente. Creo que hoy dirían que tenía TDAH (Déficit de Atención). Pero esto era en los 30 y no se había inventado el TDAH. No era un trastorno disponible (risas). La gente no sabía que podían tener eso."

"Ella fue a ver a un especialista con su mamá y la llevaron y la sentaron en una silla en el rincón y ella se sentó sobre sus manos por 20 minutos mientras el hombre hablaba con su mamá sobre los problemas que Gillian tenía en la escuela. Ella molestaba a los otros, entregaba tarde la tarea... una pequeña niña de 8 años. Al final el doctor se sentó junto a Gillian y le dijo: "Gillian, escuché todo lo que tu mamá me dijo y necesito hablar en privado con ella". Le dijo: "Espera aquí, no nos vamos a tardar" y se fueron y la dejaron sola. Pero al salir de la sala, él encendió la radio que estaba sobre su escritorio. Y cuando salieron de la habitación, él le dijo a su madre: "Sólo espere y observémosla". Y en el momento en que salieron Gillian se paró y comenzó a moverse al ritmo de la música. Y la miraron por unos minutos y el doctor se volvió a su madre y le dijo: "Sra. Lynne, Gillian no está enferma, ella es una bailarina, llévela a la escuela de danza"."

"Le dije: "Y ¿qué pasó?" Ella dijo: "Me llevó y fue maravilloso. Entramos a esta habitación y estaba llena de gente como yo. Gente que no se podía quedar quieta. Gente que tenía que moverse para pensar". Practicaban ballet, tap, jazz, danza moderna y contemporánea. Eventualmente entró a la escuela del Royal Ballet, se volvió solista, tuvo una carrera maravillosa con el Royal Ballet. Eventualmente se graduó de la escuela y fundó su propia compañía, la Compañía de Danza de Gillian Lynne, conoció a Andrew Lloyd Weber. Ella ha sido la responsable de algunas de las obras musicales más exitosas de la historia, le ha dado placer a millones, y es multimillonaria. Otro médico quizás la habría medicado y le habría dicho que se calmara."

¿Para pensar, no?

Para escuchar la charla completa de Ken Robinson hacé click acá: How schools kill creativity.