miércoles, 20 de agosto de 2014

Los niños y el sexo. ¿De eso no se habla?


Hace tiempo que tengo este tema en carpeta. ¿No sienten que se habla poco? ¿Que sigue siendo un enorme tabú?

Terminé de leer El niño feliz de la educadora y psicóloga Dorothy Corkille Briggs (se los recomiendo). Bucea en la psicología del ser humano con mucha claridad, poniendo de manifiesto la importancia de la autoestima. Me permito tomar algunos pasajes de este libro para que pensemos un poco en el sexo y los chicos.

¿Por qué el sexo es un problema? La autora comienza el capítulo con esta inquietud y la responde con sencillez: porque aun hoy la creencia de siglos atrás de que el sexo es malo y sucio sigue totalmente vigente. Pero "el sexo merece su justo lugar como impulso creativo y nutricio de la vida, con el que debemos manejarnos abiertamente." Y una de las claves es no considerar vergonzoso los sentimientos sensuales de nuestros hijos. "La perspectiva saludable se funda en lograr la comodidad del jovencito respecto de su sexo y de su rol sexual."

Quiero destacar esta frase: "El contacto físico afectará su capacidad futura para disfrutar la intimidad. La ternura y el respeto por el cuerpo del niño y sus necesidades constituye la primera exposición del niño al amor y, por consiguiente, a la educación sexual." Por lo cual, la educación sexual empieza mucho antes de lo que pensamos: con cada caricia y con cada mensaje corporal que enviamos a nuestros hijos desde el momento cero. "Cada vez que bañamos, vestimos o enseñamos a usar los artefactos sanitarios nuestras actitudes hacia sus cuerpos tienen tanta influencia como las preguntas que respondemos sobre el cuerpo, el nacimiento y el sexo. Impartimos educación sexual tanto en forma verbal como no verbal."

Otro pilar fundamental será nuestro ejemplo: "Cuando los padres del niño resuelven sus fricciones mediante una discusión abierta, y cuando le ayudan a él a dar salida a sus emociones, ese niño está recibiendo educación sexual positiva. Aprende que la confrontación no destruye el compromiso y el amor. Por el contrario, las discusiones intensas, prolongadas y destructivas pueden abrumar o asustar al niño. El niño vive la clase de relación que existe entre sus padres y se forma impresiones." 

Respecto de la autoexploración de sus cuerpos: "La forma en que manejemos sus primeras exploraciones de su cuerpo tendrá efecto marcado sobre sus actitudes hacia el mismo." (...) "Todos los niños se dan a la autoexploración y a ciertas formas de exploración mutua o de juego sexual. ¿Qué hacer? El niño saludable y normal toca e investiga sus genitales. No podemos impedir que este descubrimiento se produzca. El segundo período del juego genital se extiende entre los 3 y los 5 años, época en que el niño suele ligarse emocionalmente al progenitor de sexo opuesto al suyo. Lo que hay que enseñar es que debe hacerlo en la privacidad del hogar." (...) "Debemos preocuparnos cuando la masturbación se hace prologada y excesiva. Cuando esto ocurre, puede significar que las relaciones del chico con los demás dan al niño tan poca satisfacción que lo obligan a volverse sobre sí mismo. La masturbación puede servir para aliviar tensiones. Cuando es excesiva, es índice de que el jovencito es desdichado, o se ve sometido a presiones excesivas."

¿Qué pasa con las opiniones externas o las vivencias que tengan nuestros hijos fuera de nuestra familia? "El autorrespeto se nutre con la aceptación sincera del cuerpo y sus sentimientos sexuales. Aunque nuestras actitudes y enseñanzas sean positivas, los niños están expuestos a las actitudes negativas de otras fuentes. Todo lo que podemos hacer en este sentido es asegurarnos de que el entrenamiento que les damos sea realmente positivo, y hacerles ver que existen otras actitudes. Conviene recordar siempre que el niño que se tiene en alta estima es menos proclive a absorber tales actitudes negativas."

Fundamental el tema del género y criar en igualdad: "nada más devastador para el niño que creer que su sexo lleva las de perder. El sentir que su sexo, masculino o femenino, ocupa el segundo plano, destruye el autorrespeto, ya que nada puede hacer él para alterar la situación."

¿Y cuando nos preguntan sobre sexo? "Junto con la aceptación de sí mismo y de sus sentimientos, todo joven necesita información acerca del proceso reproductivo." La autora recomiendo consultar libros pensados a tal fin y aclara que esperemos a que ellos hagan preguntas específicas para comenzar a hablar del tema, y nunca dar más información de la pedida. Hacia los 3 o 4 años los niños suelen preguntar, pero si esto no ocurre ella recomienda sacar el tema no más tarde que a los 5 años. Además, "antes de llegar a la adolescencia el niño debe estar familiarizado con los hechos de la reproducción. Debe saber sobre la concepción, el embarazo y el parto; sobre la herencia, la menstruación y las poluciones nocturnas."

Me gustó también esta referencia al parto y nacimiento: "Se debe enseñar a los chicos que el proceso del nacimiento es perfectamente normal. Son muchos los jóvenes, especialmente las chicas, que viven aterrorizados ante una función humana normal." El terror al parto es algo que persiste en nuestra cultura y lo vemos como habitual, pero si educáramos de otro modo ese miedo irracional se perdería y todos aprenderíamos a vivir esta fase hermosa de la vida de otro modo, ¿no creen? Y yo sumaría también naturalizar el tema de la lactancia.

Otro punto de importancia: el respeto al otro. "Deben aprender que la expresión sexual madura implica responsabilidad personal en torno de la integridad de la otra persona implicada." Sumado al respeto propio: tu cuerpo es tuyo. "Todo chico debe saber que él tiene el poder de elegir a dónde quiere llegar y cómo ha de vivir su vida."

A veces es difícil tratar los temas sexuales, la autora lo sabe, y aconseja de este modo: "Los lazos afectivos fuertes con sus padres dan a los niños la seguridad necesaria" pero si el tema nos pone incómodos seamos honestos: dejemos en claro que el tema es legítimo e importante pero que no sabemos cómo tratarlo. Si es necesario derivemos la inquietud hacia otra persona competente.

También recomienda presentar los hechos con precisión. No podemos salir del paso con cuentos de hadas y luego ir con la realidad. "De esta manera destruiremos su confianza." Por lo cual, con dificultad, vergüenza o como nos salga, la educación sexual tiene que ser realista. Nuestros hijos se merecen este respeto hacia una parte fundamental de su vida.

¿Cómo viven este tema con sus hijos?

PD: al terminar de escribir este post encontré este artículo sobre el tema de la psicóloga infantil Laura Perales. No dejen de leerlo.

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